COSAS ESENCIALES
¿Qué sería de los lugares sin habitarlos? ¿O de las máquinas sin ser utilizadas?
Damos identidad a todo sin saberlo y así mismo “regamos” nuestra identidad en el entorno donde habitamos. El apego a lo material es casi una condición inherente del ser humano, y por ende, es fácil darle un símbolo a los objetos de nuestro entorno, más aún si son materia fundamental para subsistir, para trabajar, para comer día a día, como en este caso.
Olidia, “Pinguaro”, Deicy, Ciro y Jesús son trabajadores del barrio Naranjal, ubicado en la zona centro occidental de la ciudad de Medellín. Estas personas tienen sus negocios en el barrio que por décadas había sido visto con buen ojo para los comerciantes y trabajadores, pues su ubicación es bastante central en la ciudad, cualquiera diría que es un lujo para un comerciante tener su negocio en una zona como ésta pero la realidad en este momento es diferente, pues por el contrario y con motivo del Plan parcial de renovación Urbana que se lleva a cabo en la ciudad, estas personas tendrán que despedirse de los lugares en donde han trabajado la mayor parte de su vida. Sus negocios serán reemplazados por cinco unidades incluyendo apartamentos, oficinas y locales comerciales.
Así pues, es nostálgica y lamentable la situación para los habitantes y trabajadores antiguos de la zona quienes cuentan historias de cómo una máquina de coser en un negocio de helados ha sido una gran motivación para sacar a su familia adelante, o cómo Jesús ve en su negocio de salpicón, guarapo y frutas el bienestar de sus clientes. Cómo Pinguaro, como le dicen sus amigos le reza al divino niño que tiene colgado en su negocio para que nunca le falte el cliente que “Le haga el día” ya que también por este plan ya existen rumores de que el barrio Naranjal desapareció y por ende también sus talleres de mecánica.
Todo estos objetos sean de trabajo o de adorno han dado identidad a lo que ahora son estos individuos y sus negocios, y son símbolos esenciales a la hora de contar una historia de vida pero lastimosamente son lo único que tienen a la hora irse y dejar sus locales, quienes también llevan los nombres de sus trabajadores y tienen identidad propia.
